Colecta: Una noche especial

Los sueños placidos de aquella chica llegaron por fin, soñaba con aquel extraño, por alguna razon su mente jugaba con ella, y lo recordaba desde hacia ya 2 semanas, en sus sueños se sonrojaba, esa noche en especial, soño con la oscuridad de la noche sobre su cabeza, hasta que por fin, sintio que algo apretaba sus muñecas, y desperto con sudor frio sobre todo su cuerpo. Cayo rendida y no se habia quitado el atuendo del obispo algo que le parecio descuidado de su parte pero al mirarse, vio tambien a una sombre oscura. Era un hombre, o esa era su forma fue entonces cuando dirigio sus ojos para poder observar.

Lo miro justo enfrente de ella, con una capucha cubriendolo, reconocio su voz hacia mucho tiempo que no lo veia, intento de repente levantarse con los codos pero no pudo mover sus muñecas, al verlas observo la sabana partida a la mitad, amarradas a sus muñecas, la felicidad de verlo se fue, lo miro si entender, curiosa, y algo asustada.

Intentaba desatarse, pero por mas que lo intentaba no podia, hacia pequeños ruidos por la fuerza, el empeño que ponia en liberarse pero todo parecia en vano.

Dejo de intentar liberarse cuando sintio que le apretaban mas, sus muñecas estaban cortadas en circulacion y ya le dolian la punta de los dedos, hubiera preferido que le dijera eso antes de que ella empezara a forcejear. Al escuchar "No atacar a tu amo por ejemplo"lo miro curiosa, pero muy confundida no entendia nada. Se sentia un poco avergonzada de la manera que lo corrio pero tenia que hacerlo, ya que la seguia tocando de manera extraña y eso le incomodaba mucho.

El filo de la espada se poso en su cuello, en el cual ella solo se quedo muy quieta, casi sin respirar para asi despues el cortara todo el traje de hombre que tenia p uesto a la mitad, esto la puso muy nerviosa y sonrjada, no dijo completamente nada. Bajo la cabeza ladeandola con los ojos cerrados, apretandolos con fuerza y mordiendo su labio inferior, podia sentir su mirada en su cuerpo, recorriendolo, intentando ver su ropa interior.

Al parecer Reinhardt noto las lagrimas de sus ojos azules y el por que de la causa, cuando la desato empezo a sentir cierto ardor, coloco sus manitas en su pecho cerrando los ojos con cierta fuerza. Despues de oir lo que dijo empezo a ponerse algo incomoda, de cierta manera mas la palabra de "Algo mio" se sento en la cama y dejo que el curara sus muñecas, sentia mucho frio pero dejo de doler, despues fue el quien se sento a un lado de ella, un ruido hueco la asusto, el mueble enorme donde ponia toda su ropa estaba ahora estorbando en la puerta dio un pequeño brinquito cerrando los ojos con fuerza y solo los abrio al sentir los labios de ese hombre sobre los suyos, estaba muy sonrojada, muy avergonzada pero en vez de empujarlo dejo que lo hiciera, de hecho no se sentia mal, ni sabia mal, le gustaba y mucho.

Ante su advertencia no entendio nada, solo bajo la cabeza muy avergonzada, acaricio ligeramente sus labios con su dedo indice, hasta que se le hecho encima como una bestia sobre una presa, en medio de sus piernas, empezo a lamer su cuello algo que la estremecia, sintiendo deleitables escalofrios.

Pero lo empujo y acto seguido lo cacheteo, casi empezando a llorar mas no lo hizo ni dijo una sola palabra, los minutos pasaron y se encontro al chico sentado en el piso mientras ella se tapaba con una sabana delgada.

-No soy un.... algo... soy... una chica.... una persona.... no un algo- Le costo mucho trabajo, y entre cada palabra entrecortada se encontraba una lagrima deslizandose por sus mejillas, era tan dificil para ella hablar de lo que le molestaba, de lo que pensaba.

Sencillamente la hacía enojar, al mismo tiempo la extasiaba, el que se meta de una manera tan agresiva a su mundo, muchas cosas le cruzaban por la cabeza, muchas veces pensaba que su primer amor llegaría de la típica manera romántica, con una rosa, con unos chocolates tal vez, pero esta vez, él estaba a la fuerza en su cuarto acariciando sus piernas, frotándose con ella, se sentía muy raro aunque le dolía un poco, el bulto de su pantalón golpeaba con su virginal vagina, no estaba acostumbrada a sentir eso ahí. Se sonrojo eso es más que obvio, se avergonzó y se tapó la boca, asi no haría ningún ruido que podría apenarla, mas sin embargo también le asustaba que él estuviera encima de ella haciéndole todo eso y apenas se conocían 3 días.

Pero al mismo tiempo también estaba enojado con ella misma por permitirlo, por demasiado compasiva, por ser demasiado débil, cuando ella sabía que podía pararlo, no quería lastimar a nadie, ni quería matar a nadie, pero por ese mismo miedo estaba ahí en los brazos de un completo extraño, que quería tomarla solo porque es especial. Le enojaba pero al mismo tiempo la extasiaba de una extraña manera que un ser como el la deseara.

Después de que este se encontraba distraído la joven solo se cortó el dedo con los dientes y empezó a escribir algo en su espalda, aparentando caricias, después comenzó a rezar muy bajito para que de repente este se paralizara, se chupo el dedo para sanar la herida y se alejó de él, fue rápidamente por ropa, ropa de mujer y comenzó a arreglarse, cepillándose con el cepillo.

-No sé quién eres tú, ni me interesa saber- dijo muy seria y decidida –Pero no sé quién te has creído para intentar entrar a mi mundo, no te lo permitiré, y si es que tengo que recurrir a tu muerte….- se acercó a él lentamente mirando sus ojos –Lo hare- dicho esto termino de arreglarse. Y empezó a empujar lentamente el armario estaba muy pesado, si este tipo seguía rompiendo sus ropas de obispo no habrá ninguna más.

La joven lo escucho atentamente muy confundida, bajo la cabeza, por que sintio que todo lo que dijo era verdad, hasta que por fin sintio una aura oscura, fue entonces cuando ese hombre se transformo.

-¿Siente...Cosas...?- Murmuro con mucho trabajo, para despues observar que se acerca, sabia que la iba atacar, pero por alguna razon no se movio de su sitio. En un abrir y cerrar de ojos aquel viento que estaba leve se hizo mas fuerte hasta que la azoto contra la pared, cayo incada, mirando al piso sin entenderlo. Lo volteo a ver y coloco sus manos en su pecho. Un fuerte agarre la tomo del cuello levantandola, mientras un poder sobrenatural la tomaba de las manos para alejarlas de su cuerpo, ella lo miro fijamente a los ojos estaba asustada.

-Yo... no... No lo manipulo...- Murmuro ligeramente entre lagrimillas de cristal, sintio un ola golpear ferozmente su corazon, como si quisiera ahogarlo entre dolor. No sabia por que le dolia que dijera que lo manipulaba, ella sentia que el jugaba con ella.

Asi entre sus pensamientos fue lazanda ferozmente sobre el mueble dejandola casi inconciente, los vidrios permanecian alrededor de ella, pero ni se percato de eso.

-Perdon- murmuro a lo bajo, muy bajito, despues de eso levanto la mirada, al ver su vida en peligro, lo unico que penso en correr pero como si todos la apuntaban a ella. Lo observo un momento, despues de todo iba morir, asi que rapidamente y sin mas corrio lo mas rapido qeu podia y salio del cuarto lo mas rapido posible, su cuerpo tenia cortadas y golpes, unos moretos coloreados de morado. Pero a pesar del dolor seguia corriendo hasta que por fin llego a la salida de la catedral.

Cayo al suelo luego de casi ser estrangulada, sin embargo al oir las palabras calmadas de ese chico se mostro mas tranquila y hasta sintio paz, fue entonces que no pudo resistir mas y lo abrazo conmucha fuerza del cuello. Estaba a punto de llorar cuando vio su herida, estaba algo asustada, penseoq ue se habia lastimado por haberse tirado por la ventana, fue entonces que rompio una tela de sus ropas y la amarro en la herida.

-Yo... siento... cosas.... tambien- murmuro muy bajita, se sonrojo y despues se desilusiono, por que realmente no sabia que cosas sentia el por ella, se puso muy triste, y bajo la cabeza.

-Desansa aqui... por favor...- susurro despacio para subir por las escaleras preparando el cuarto de al lado. Estaba muy confundida, pero a pesar de que quisiera matarla, creia que habia dos seres ahi. ¿No se supone que cuando uno ama a alguien todas sus partes, todo su cuerpo lo ama? fue entonces cuando se dio cuenta que penso en amor y se puso muy roja, sonriendose, mientras colocaba las sabanas en la cama. Ese instante duro muy poco, puesto que el no podria sentir lo mismo por ella.