2° Designio: Tiempos de Paz

Enclaustrado en su cuarto, el “pequeño” Hancel se encontraba muy concentrado, buscando entre los mas recónditos rincones del ático un objeto muy importante, de vida o muerte, o al menos eso parecía por la forma en la que lo estaba buscando… el ático estaba casi literalmente de cabeza.

“¿Dónde? ¿Dónde? ¿Dónde? ¿Dónde?”

Se preguntaba mientras revisaba el contenido de un gran baúl, tomando una prenda, revisándola minuciosamente y lanzándola a sin dirección diciendo en su mente las mismas palabras “¿Este…? No, muy feo” aunque en realidad las prendas que tomaba de el baúl eran muy bellas. Cuando llego al final del baúl y tomo la última prenda dentro de este, sus ojos brillaron, como si hubieran encontrado un tesoro milenario

“Es perfecto!!”

Exclamo para sus adentros mientras se ponía en pie y doblaba la prenda sobre su brazo para abandonar así el ático, dispuesto a buscar a su querido hermano que seguramente se encontraba en caza.

Leyendo sobre la mesa estaba Gavrel,pero eso había sido hace una hora, había terminado por ponerse el libro sobre su cabeza con ganas de dormirse, rodando un rato sus ojos por todo su hogar, al menos hasta que escucho que su hermano bajaba al desban, no le tomo mucha importancia, comunmente bajaba para buscar cosas, pero cunado se tardaba era de preocuparse.

Trataba de escuchar en donde buscaba, pero estaba adormilado y no quería asomarce ni un poco, por lo que esperó, esperó y casi se dormía con el libro en la cabeza, los pasos de su hermano lo medio despertaron, volteo a verlo con libro en la cabeza y miró extrañado la tela que llevaba en el brazo.

-¿que buscabas?

Preguntó, para seguir con un bosteso, y además volver a leer distraido el libro que por cierto estaba alrrevez.

Busco y busco, sin destense hasta encontrarse con su amado hermano con una traviesa sonrisa en labios que seguramente no significaba nada bueno. A pesar de vivir en una casa grande no tardo mucho en encontrarlo, estaba ahí, sentado frente a la mesa medio adormilado, cosa que definitivamente era muy conveniente para el de esa forma no podría escapar y estaría a su merced total.

Negó con la cabeza a la pregunta de su hermano, dándole a entender que no buscaba "nada importante", aunque su gran sonrisa traicionaba sus intenciones, por lo que intento acocarse rápida y sutilmente hasta donde estaba para mostrarle que era en realidad la tela que tenia entre las manos: Un hermoso vestido de fiesta de color obscuro que seguramente fue usado en una noche muy especial por alguna de sus antecesoras.

Sin perder tiempo tomo la iniciativa y se abalanzo sobre su hermano buscando inmovilizarlo para evitar que escapara, porque el siempre escapaba y aunque usualmente terminaba atrapándolo, esta vez no lo dejaría irse hasta que no tuviera el atuendo adecuado.

“Eres mio!!!”

Un vestido, gran sorpresa, la cara de Gavrel no indico ninguna alarma, incluso lo miró con desinterés.

-es bonito

Sólo mencionó, pero de repente la somnolencia que aun perduraba sobre sus parpados le hicieron abrir grande los ojos y de inmediato el aventó su libro directo a la cara de Hansel, demonios, no, no, no, ni loco se ponía esa cosa, su hermano y su maldito fetiche de nuevo lo atacaban, para evitarlo se subió a la mesa y le aventó los otros libros que estaban sobre el para alejarlo.

-ni te atrevas, pervertido fetichista!!!

Le gritó exaltado, pero tratando de escapar de inmediato, saltando se bajo de la mesa para alejarse corriendo, no se lo permitiría, no esta vez, todas las veces anteriores había estado descuidado, pero esta vez no. Mientras corría por las escaleras miraba hacia atrás, ¿Dónde se podría esconder?, de repente vio un baúl, si, el gran baúl!, era perfecto y Hansel nunca sospecharía, escuchando como le seguía los pasos se apresuró y se metió al baúl, cerrándolo con cuidado para no llamar su atención, hecho bolita dentro del baúl se escondió y espero... Esperó y esperó…para no ser encontrado.

Cuando estuvo por atrapar a su querido hermano un malvado libro le golpeo directo el rostro, que en otro momento podría haber evitado pero en ese momento la emoción no lo dejaba ver. Cuando retiro el objeto de su rostro, nada mas pudo distinguir una sombra volando, eran mas libros que comenzaron a golpearlo, por lo que tuvo que poner los brazos enfrente para evitar lo golpearan de lleno.

Cuando pudo reaccionar su hermano estaba corriendo hacia la parte superior de la casa, gritando “te atrevas, pervertido fetichista!!”. Cuando lo vio alejarse salio corriendo tras de el intentando por todos los medios posibles de alcanzarlo, mas cuando llego al piso superior de la casa lo perdió de vista…

“donde esta?”

Se pregunto mientras lo buscaba con la mirada… no podía haber ido muy lejos, por lo que decidió peinar la zona entrando al primer cuarto al final de la escalera.

- Gretel…! – Exclamo no muy fuerte, no estaba acostumbrado a hablar mucho y la caza estaba en silencio, así que no había necesitad de gritar

Perfecto, no había entrado en el cuarto donde el baúl descansaba, escuchó los pasos en el corredor muy cerca de él, pero se pasaron y escuchó su nombre salir de los labios de su hermano, después el silencio de la espera, por unos segundos se quedo quieto y en total enmudecimiento, pero conforme pasó el tiempo y volvió a escuchar su nombre la risa empezó a ganarle y su risa amortiguada por la gruesa madera se escuchó un poco, peor de inmediato se tapo la boca.

-cállate Gretel, cállate.

Se dijo a si mismo en un susurro, tratando de contener su risa, hasta que lo consiguió, pero escuchó de nuevo los pasos, ¿le había delatado su risa momentánea?, se quedo quieto, escuchando atento, estaba a una habitación de distancia, esperando el momento de que le encontrara, peor eso no sucedió, así que abrió lentamente la tapa del baúl, sus ojos azulados vieron por la pequeña rendija pero no había nadie, lentamente abrió, debía de escapar al bosque, arriba de un árbol seguro no lo encontraría, pensando en su plan de escape siguió abriendo la tapa sólo fijando su vista a la ventana de la habitación que daba acceso al exterior.

Busco y busco por toda la habitación, incluso busco bajo la cama mas en ningún lado encontró a su "pequeño" hermano, esta vez si había encontrado un muy buen escondite... volvió a pronunciar su nombre buscando saliera de su escondite mas como era obvio no resulto, de tonto saldria de su escondite en ese momento, tal vez para la próxima necesitaba un mejor plan para atraparlo...

"tal vez si le doy somnífero.... si, eso funcionara"

Pensaba cuando repentinamente escucho un mínimo sonido... un sonido tan pequeño que quizás no era nada, mas sin envergo seguramente era su ojiazul hermano, porque en esa casa no vivía nadie mas, solo ellos dos.

"Te encontré"

pensó mientras salia lentamente de la habitación buscando aquello que causo aquel mínimo sonido aunque a primera vista no vio nada...

"fue el viento"

se dijo a si mismo mientras salia del cuarto y se metía al siguiente, uno junto a un gran baul y comenzando a buscar en el lugar a su hermano sin mucho éxito, esto lo hizo mostrarse algo perturbado y a la vez deprimido, quería con muchas ganas ver a su hermano vistiendo ese hermoso vestido.

Bien, todo iba perfecto, sus pasos silenciosos salieron del baúl, tocando la madera que estaba por piso, miró todo alrededor del cuarto, dirigiéndose de inmediato a la ventana. Abriéndola de par en par ya estaba apunto de salirse, tomando unas sabanas que estaban arrumbadas en una esquina, amarrándolas para que le sirvieran de soga y le permitieran bajar al bosque. Empezando a bajar sonrió alegre, sería perfecto avisarle a su hermanito que ya se iba.

-Hansel!!!!.... Gretel se va!

Gritó con alegría, empezando a bajar por las sabanas, ya estaba más afuera que adentro y bajar tanto como trepar se le facilitaba mucho, era un chico inquieto que le gustaba andar en ese tipo de persecuciones, esa era la única parte buena de que su hermano se empeñara en vestirle como una chica, pues se divertía bastante en la persecución, en especial cuando le llevaba ventaja y no lograba su cometido, el problema era cuando lo acorralaba y terminaba vestido aunque no quisiera.

Salio del cuarto intranquilo por no poder encontrar a su hermano, la persecución había durado mucho y ya era hora de que desfilara con el bellisimo traje que le tenia preparado, incluso tenia lista la peluca que le pensaba poner. Una ves fuera noto que el baúl que hacia unos momentos vio cerrado ahora estaba abierto, esto le dio ciertas esperanzas, mas aun cuando noto a su hermano bajando por la ventana...

Para cuando este le grito despidiéndose el ya estaba corriendo hacia la ventana desde donde vio a Gretel quien ya estaba cerca del piso, sin prensarlo dos veces en un acto de valor y tontería se lanzo desde la ventana hacia el suelo donde al caer intercepto a su hermano con una tacleada, intentando derribarlo así al suelo para tenerlo a su merced mientras decía.

- Te Tengo

El piso ya estaba cerca, se reía internamente y mostraba una sonrisita juguetona que mostraba su orgullo de haber ganado al persecuciona su hermano, no podía estar más contento... que haria cuando llegara al piso?, correr porsupuesto, pero despues de eso irse a un árbol a leer un rato, traía consigo un libro de herbolaría que quería repasar una vez más, leer era su gran pasion en especia cuando se trataba de un tema relacionado con su madre... si, eso haría y disfrutaria el día persiguiendo pequeños animalitos que decian sus "recetas".

Pero, oh!, caso error, escucha la voz de su hermano, levanto la vista sorprendido y cuando esta coincidio con la de su hermanito ya cais podá sentir la respiracion de éste sobre su rostro.

-!!argg!!! demonios!!! eso es trampa!!!

Le grito más enojado por ser atrapado que por estar apunto de caer estrepitosamente, no paso más de dos segundos cuando su cuerpo y el de su hermano chocaron ruidosamente, Gretel intento de aferrarse a la cuerda con desesperacion creyendo que aun se encontraba a una altura de miedo, pero sus manos resbalaron, sintió el quemar en sus palmas y temrinó por soltar repentinamente la soga, agarrandose fuerte de su hermano, sin mirar la suelo, esperando que su espalda soportara la caída.

En el suelo yacían ambos ya... no había sido para tanto, Gretel había sentido el golpe estrepitoso mientras se aferraba a su hermnao para que este, el muy tonto, no se lastimara de más, no había dolido demaciado, había sido como aquella vez que cayó de espaldas de la silla por estar valanceandose mientras leía distraídamente. Pero al abrir los ojos se vío aun aferrado a Hansel, lo miro y sus ojos coincidieron, quedandose callado un segundo, para que a la siguiente fraccion de tiempo se lo quitara de encima con desesperacion pero con la cara seria como si se quitara de encima a un muerto que por accidente había caído sobre él, ya le habá currido más de dos veces.

Alborotado lo epujó y le gritoneaba, era el colmo, ¿¡tanto lo queria vestir como niña?!, estaba loco, loco!.

-Arg!, alejate, alejate, eres un loco fetichista!!!.... y ahora te crees ardilla voladora!!, ve a volar a otra parte!!

Se arrastro en el suelo intentando alcanzar la vertical, pero, ¿lo lograría antes de que su hermanito lo atrapara y lograra poner esa peluca que había peinado sólo para él?, esperaba que no.

Hacia unos momentos, en algún momento mientras caía, cruzo vagamente por su cabeza la idea de que aquel impuso suyo de lanzarse por la ventana de un primer piso era una mala idea, que podía salir ligera (o gravemente) lastimado, pero el pelinegro nos e distinguía propiamente por ser alguien muy precavido, así que esa idea rápidamente se esfumo.

Una vez en el suelo y habiendo derribado a su hermano, le llego el “golpe”, o mas que llegarle lo sintió, Su cuerpo dolía, un poco, sentía un ligero cosquilleo en sus rodillas y se encontraba algo desubicado, afortunadamente en realidad no le paso nada grave, gracias a que tenia un cuerpo “grande”.

“no lo vuelvo a hacer”

Pensó fugazmente mientras se recuperaba del golpe, cuando abruptamente sus pensamientos fueron interrumpidos por las muy amables palabras de su hermano que le hacían recordar lo mucho que lo amaba… o bueno, algo así.

Recordó entonces la razón de toda esa persecución recuperando energías para atraparlo antes que pudiera escapar como el pequeño hámster escurridizo que era. Se aferro con fuerza a su ropa, mientras intentaba ganar terreno, jalándolo hasta que pudo quedar abrazado de su abdomen.

- ¡no iras a ningún lado!

-Arrrggggg!!!!

Su alarido cuando se sintió atrapado resonó por entre los árboles, haciendo volar a algunas aves que incautas visitaban el lugar, las otras emplumadas ya estaban bastante acostumbradas, después de todo, no era la primera ni la ultima vez que esos hermanos escandalosos se guitoneaban y veían salir corriendo una dulce damisela que llevaba hermosos ropajes.

Tras su grito forcejeo y trato de quitarse a la fuerza a su lindo hermanito, todo por no alcanzar a ponerse de pie, pero.. ah... iba por terminar poniéndose... esas... cosas, verdad?... tras un momento de lucha se tendió en el suelo, afianzado por las garras de su hermano, su mentón descansaba en la hierva que empezaba a cosquillear.

-Riful...

Espero la repuesta de su hermano, una pequeña trampa, eso le tendería ahora. Tal vez darle un poquito de gusto a su hermano sería la llave para salir de ese sufrimiento que casi era cotidiano, que los mantenía unidos una y otra vez, pero que muy a su pesar, terminaba por ser el juguetito de su hermano.

-que vestido pretendes ponerme hoy...

Sólo dijo, como si estuviera resignado, ladeando su rostro y poniéndose cómodo sobre el verde que cubría el suelo y así poder mirar ese insecto que subía por un largo y alto pasto.

El bello sonido de los quejidos del pequeño Gretel resonaron por el bosque cual dulce tonada de victoria. Una vez más y como tantas otras veces, Hancel había obtenido una victoria aplastante, literalmente, ante los vagos y poco efectivos métodos de escape de su hermosa y agraciada hermana… hermano. Victoria que fue reafirmada con unas dulces palabras por parte del peliazul las cuales indicaban sin lugar a dudas que se había resignado a su destino. Una decisión muy sabia, según Hancel.

Satisfecho con su victoria tomo una gran bocanada de aire, llenando sus pulmones para después soltarlo como un suspiro, sintiendo la dulce sensación de lograr sus cometidos.

- Gavrel – Contesto muy seriamente una vez que escucho su nombre provenir de labios de su hermano, aunque curiosamente, por muy serio que se viera al pronunciarlo, su tono vocal delataba de sobremanera lo mucho que apreciaba a su Gretel. – Ya lo veras…

Dicho esto intento incorporarse, sin soltar a su hermano ni un momento, en busca de llevarlo a casa aunque fuera en calidad de costal de papas, manteniendo en secreto aquel bello vestido que pretendía, como si quisiera fuera una sorpresa, aunque su hermano ya hubiese visto el vestido hacia apenas unos momentos, cosa que seguramente había olvidado porque una vez vio el vestido salio corriendo de la habitación intentando escapar, cosa que claro no logro.

Si bien habia visto el vestido desde el principio no recordaba como era, el problea es que sólo podía recordarlos despues de vestirlos y eso era desagradable, pensaba escaparse en cuanto su hermano y él se pusieran de pie, pero no lo dejó, forcejeo otro poco y lo miró disgustado, no debería salir asi su plan perfecto!

-arg! sueltame, sueltame, soy capaz de hacerte una llave de lucha y dejarte en el piso con el brazo dislocado!

Le dislocaba, auqnue sabía que estaba mintiendo, pues a su hermano no lo lastimaría para nada, aunque a veces si que le daban ganas de meterle una buena golpiza para ver si asi lo dejaba de vestir de chica.

-ya te he dicho que no necesito que me protejas, me puedo cuidar, no soy una chica, y si lo fuera me puedo cuidar solo.

Hizo un puchero mientras caminaban, recordando que había mostrado una peluca, no muy agraciada a su parecer, era demaciado... un momento!, que estaba pensando?, que le quedarámejro una azul celeste y larga!, demonios!!, su hermano lo estaba distorcionandoooo!!!!... nunca, nunca lo dejaría, no más de loq ue ya estaba.

-olvida la peluca, no pienso ponermela, es tonta... no es mi color.

Dijo lo ultimo evitando la mirada de su hermano mientras que el puchero persistia en su rostro y entraban a su hogar, lugar en el que muy a su pesar tendría que entrar a "jugar" con su hermano.

-ah! y esta vez me visto solo.

Lo miró enrojesido de una de sus mejillas, avergonzado en cierta forma, no le gustaba que su hermano lo estuviera manoseando y, literalmente, arrancando la ropa, ya era demaciado laborioso estar cosiendo una y otra vez sus prendas que ya estaban bastante remendadas y no era exactamente su estilo.

Como era de esperarse, Gretel, cual dulce damisela, recupero su orgullo eh intento pelear para liberase del fuerte agarre de su hermano, aunque aun al tratar, le fue imposible, por lo que Hansel, lo llevo hasta el interior de la casa, tratándolo como si fuese un saco de papas, sin decirle siquiera una palabra, tan solo escuchando sus berrinches, guardando sus pensamientos y comentarios para cuando pudiera tenerlo a su merced.

Finalmente, tras caminar un corto rato, ambos llegaron a un cuarto especial en el centro de la casa, totalmente oscuro y sin ventanas. En su interior no se podía ver nada en su interior, tan solo una no muy alta plataforma en el centro y un bello candelabro de cristal colgando del techo.

El pelinegro entro cerrando la puerta tras de si, colocando a su hermano en la plataforma para después encender la luz del candelabro. El cuarto tenia los muros cubiertos por espejos, por lo que toda sombra desapareció una vez se encendieron las luces.

- Hansel debe siempre proteger a Gretel – Declaro de espaldas al peliazul mientras cerraba con llave la puerta – Es mi trabajo, dado por papá – Dijo dando media vuelta y caminando en dirección a su hermano, dejando a un costado el vestido y la peluca, preparándose para desvestir a su hermanó, una de sus actividades favoritas. – Así como la tradición dicta que yo debo ponerte el vestido - declaro finalmente mostrándole una traviesa y perversa sonrisa

Pataleo, grito y hasta golpeo en la espalda a su hermano, pero nada lo hizo que lo soltara, al final termino por dejarse llevar por la casa y miro con desdén la cocina, tenia hambre, debió de haber comido un poco antes de que empezara esa persecución diaria, si, eso debía de hacer a partir de mañana... ¿que estaba pensando?, ¿comer?, debía estar más preocupado por ese maldito fetiche de su hermano que le encantaba ejercer sobre su desdichada persona.

Suspiró resignado, escuchando como la puerta se abría y rechinaba, necesitaba aceitarla, unos pasos más y la puerta casi y le golpea en la nariz, pero siempre se cerraba a milímetros de su nariz, Hansel había practicado mucho.

-ahora la plataforma.

Murmuró sabiendo su destino, siendo depositado sobre la dichosa plataforma, esperando que las luces se encendieran, cuando al fin se vio la luz miró a su lado y se observó a si mismo, esperando su destino final, se enseño a si mismo la lengua,. estaba molesto consigo mismo, por permitirse de nuevo trasvestir, eso debería tener una solución, pero la verdad lo veía difícil, tal vez si el consiguiera una novia, o mejor aún, un muñeco nuevo, eso sería seguro el perfecto regalo de cumpleaños.

-Pero yo no soy la Gretel del cuento de papá... papá me dijo que igual te cuidara...

Musito entre su pensamiento y medio escuchando lo que le decía su hermanito, pero de repente sintió la tenebrosa mirada de su hermano sobre su cuerpo, se abrazó a si mismo por puro reflejo, mirándolo con cierta vergüenza y empezó a alejarlo con su brazo mientras se seguía abrazando con el otro.

-A-aléjate!!!!!, yo, yo me vestiré solo!!!!

Se levanto de un brinco y se puso a correr en el lado contrario de la plataforma, lo miró mal y tomo la peluca y se la aventó al rostro.

-Si te acercas te juro que te lanzo todo lo que tenga a la mano!

Y dicho esto le lanzo uno de sus zapatos, en definitiva le lanzaría el otro, y cuanto más insistiera en acercarse más le aventaría los calcetines.

Gretel se defendía con uñas y dientes, mostrándose aun mas paranoico que de costumbre, uno pensaría que ya tras repetir la misma rutina varias veces, día tras día, se habría rendido y dejado de pelear, mas esta vez se mostraba lleno de energía, parecía decidido a cambiar las cosas, actitud que lo hacia ver encantador a ojos de Hansel quien por cierto veía a su hermano, por alguna extraña razón, como si fuese el ser mas dulce y tierno la faz de la tierra.

Su distracción fue tal que el primer proyectil, el zapato de Gretel, impacto de lleno con su pecho provocándole algo de dolor y comezón al mismo tiempo, esto lo trajo de regreso a la realidad y lo hizo enfocar su distraída mente en su misión sagrada: ¡desnudar a su hermano!


Subió a la plataforma tomando la peluca que por cierto también le había lanzado, mas no había sentido por la naturaleza del objeto mismo, se acerco lenta y cautelosamente a su hermano preparado para todo aquello que el pretendiera lanzarle mientras su gran y malévola sonrisa iluminaban su rostro.

- No dudo de tus capacidades – contesto a los gritos de su hermano aguantando la impaciencia de desnudarlo para ponerle el atuendo que cariñosamente había preparado para el – Pero igual lo are yo…

Dicho esto acelero el paso con el que se acercaba preparado para recibir y repeler todo aquello que pudiera lanzarle, después de todo, ¿que tan rápido podía quitarse los excesos de ropa para usarlos de proyectiles?

Sintió pánico, definitivamente sintió pánico, y cuando vio que su hermano no se detenía se arranco la chaqueta y se la aventó a la cara, luego un calcetín, luego otro y como las municiones fáciles se le acabaron se saco como pudo la playera quedando su torso desnudo, no se podía quitar los pantalones, miro a todos sus lados, pero no había nada y simplemente miro al rostro de su hermano pervertido. Iba a gritar, pero su hermano se le echo encima y lucho sintiendo como la tela del vestido rosaba su cuerpo.

-ng!, de-deja!

Se retorció, manoteo y trató de alejar el rostro de su hermano de sus avergonzado rostro que había enrojecido en ambas mejillas y que ahora luchaba para que le mirase y se avergonzara más.

Haciendo uso de sus ágiles manos pudo repeler la gran mayoría de sus ataques con cierta facilidad gracias a ese pánico tan hermoso que dominaba a su hermano y que en la mayoría de los casos entorpecía los movimientos de las personas. Cuando este lanzo su playera Hansel la atrapo en el aire quedándose con esta en su mano libre, llevándola hasta su rostro echa bola, aspirando el aroma que había quedado impregnado en ella sin retirar la vista de su hermano, el dueño de tan dulce fragancia.

Su sonrisa no pudo hacerse mayor una vez soltó la playera y se aferro a su hermano quien comenzó el forcejeo en busca de su libertad, intento inútil que no vio resultado.

Lo abrazo con fuerza, soltando la peluca que tenia entre sus manos y el vestido que tenia colgando de su brazo, intentaba detener sus movimientos de la forma mas suave que podía, lo que menos deseaba era salir él lastimado, o peor, lastimar a su frágil y bello hermano.

- Tu desesperación es perfecta… - Susurro al oído del otro mientras se aferraba a el con un solo brazo derecho, mientras llevaba su mano izquierda hasta su rostro para con los dientes retirar el guante que la cubría y que le impedía sentir la suave y rosada piel de su hermano ligeramente tintada de carmín por la vergüenza.

Aquel juego demente que día con día llevaban acabo estaba tomando un tinte muy perverso, mas no era muy diferente a todas las otras veces que lo habían jugado, aunque seguramente si una persona ajena a la situación los viese podría interpretar mal las cosas... lastima por Hansel quien aun es muy inocente para darse cuenta de lo que esta haciendo.

¿era un viejo pervertido o que pasaba?, cuando lo observo aspirar su aroma fue algo que lo hizo distraerse lo suficiente como para dejarse atrapar tan fácilmente. Pero lo peor iba a ocurrir a continuación.

El suave susurro golpeo a todo su cuerpo, haciéndolo estremecer, pero de miedo!, era tan tenebroso escucharle con ese tonito para nada agradable, en especial ahora que ya estaba medio desnudo, aunque fuera su culpa. Se petrifico, abriendo sus ojos un poco, sonriendo cual muñeca de porcelana, levantando lentamente su mano libre para el rostro de su hermano, como si todo su forcejeo hubiera cesado de repente.

Le miraba con ternura, con su sonrisa de juguete y le acaricio su mejilla, pero bajo al mano para atrapar la mano que pretendía tocar su sonrojada mejilla, ahora estaba desnudo los dedos de Hansel, ahora podría tener una oportunidad. Despacio mordió el dedo medio de su hermanito, lamiéndolo dentro de su boca, sacándolo mientras le daba una lamidita más para no dejarle residuos, él también podía jugar ese perverso juego, así le soltó y volvió a depositar una caricia en la mejilla de su hermano, pero esta vez no solo fue una caricia, sino que de repente le tironeo la mejilla, mirándole con el ceño fruncido y gritándole al oído.

-te diviertes con mi desesperación varonil!, ¿que tal si yo te pusiera vestidos lindos el día de hoy?

Se quedo en silencio unos segundos y le miró, su sonrojo desapareció casi al instante y lo miró con lascivos ojos, y mostrando una sonrisa de lado que lo hacía parecer maligno.

-creo que es una buena idea, ¡hoy tu eres la hermana!

Menciono con una enorme sonrisa y estirando más la mejilla de su hermano ara estamparle un beso que resonó como un chasquido dentro de todo su ruido de pelea absurda de travestismo.

Congelado observaba atónito el cambio tan repentino en la actitud de su hermano, delatando su sorpresa con el rostro y la boca entre abierta. Incontables veces en el pasado habían jugado el mismo juego, mas nunca antes su hermano le había correspondido de esa manera, ¿acaso ya se había resignado a su destino? O quizás se trataba simplemente de una treta más. Mayor fue la sorpresa del moreno cuando su hermano comenzó a lamer sus dedos como si estos fueran caramelos, no podía creer lo que pasaba… su pecho estaba acelerado, su corazón bombeaba mas sangre de lo normal, incluso sus mejillas mostraban un tenue color rosado, ¿que significaba esto? No era común que el tuviera estas reacciones.

No fue sino hasta que su hermano comenzó a tirar de su mejilla que salio de este penoso estado de vulnerabilidad. Entonces entendió lo que hacia su hermano, más aun cuando este delato sus planes. Su pecho entonces regresó a su ritmo normal mientras que su mente rápidamente pensaba como contrarrestar esta nueva estrategia de su hermano por evitar salir de la habitación luciendo un hermoso vestido.

Rápidamente encontró una respuesta y mientras su hermano seguía con este juego de seducción, el llevaba su mano libre (y babeada) hasta el pantalón de su hermano, desabrochándolo con mucha sutileza para que este no se diera cuanta hasta que fuera muy tarde.

- Muy tarde para intentarlo – Sonrío infantilmente abriendo el pantalón de su hermano sintiendo la victoria en sus manos, pronto su hermano llevaría puesto ese hermoso vestido negro – Siempre serás mi frágil hermanita.

Pego el cuerpo de su hermano al suyo con el brazo que aun lo tenía atrapado buscando así evitar hiciera movimientos extraños mientras su otra mano se encargaba de realizar la ardua y exquisita tarea de despojar a Gretel de su última y mas importante prenda de vestir: El pantalón.

-¿muy... tarde?

La mirada azulada de Gretel se fijo en el rostro de su hermano, la infantil sonrisa delataba que su cometido se acercaba más y más, con ingenuidad sonrió un poco y finalmente sus orbes siguieron la picara mano de su hermano.

-arrrrrrrggggggg!!!!!!!!!!!!

Un grito colosal salio de esas linda boquita de la rubia pintada de azul, erm, es decir, del chico Gretel que se había teñido su rubio cabello de azul. Pero ese no era el problema ahora, el que en realidad estaba era que sus pantalones estaban en riesgo de abandonar sus perfectas y varoniles piernas.

-NO, HANSEL! BASTA!, ya, ya, me dejare vestir pero déjame quitarme los pantalones yo solo. Solo los pantalones, ¿si?

Le exigió, rogó o lo que sea a su malvado hermano, esa pizca de dignidad le quedaba, le miró los ojos más bonitos que el creía podía hacer con su hermano. Tal vez, así podría obtener esa migaja de benevolencia a cambio de dejarse cambiar, de nuevo, con un vestido que para nada le quedaba porque en principio era un hombre y no una mujer.

El dulce sonido de la victoria resonó a lo largo y ancho de la habitación de espejos, un sonido tan maravilloso que seria capaz de levantar a los muertos, una canción de dioses, o al menos eso era lo que pensaba el moreno al escuchar a su hermano gritar, incluso estuvo por cerrar los ojos para apreciar con mayor claridad esa dulce tonada.

Aparto entonces su mano del pantalón del otro mientras lo liberaba de su agarre y retrocedía un paso dándole así el suficiente espacio para que pudiese despojarse de su última prenda de vestir: el pantalón. Mostró ambas manos frente a si mientras sonreía triunfal, ocultando su impaciencia por ver a su querido Gretel portando aquel hermoso vestido que había escogido con cariño para el. Difícilmente podía realmente negarse a cumplir los deseos del ojiazul cuando este le mostraba tales ojos tan lindos.

- Tú ganas – cerro el trato mientras se inclinaba un poco para recoger el vestido negro y la peluca que le tocaban vestir a su hermanito – Pero, no esperes me cubra los ojos - advirtió regresando su mirada a la de su hermano, puesto que el podía aprovechar ese momento para intentar alguno de sus trucos ukiles de escape y eso no lo podía permitir, ya era suyo…

Suspiro de alivio y le sonrió bonito a su hermano alejándose unos pasos de él, era obvio que estaba más que aliviado de que su hermano lo estuviera toqueteando por lugares impropios y que le hacían dudar de sus lazos familiares, lo cual en cierto grado le espantaba y aun lo tomaba con ingenuidad.

-bien, bien, gracias.

Sonrió cual dulce damisela antes de darle la espalda por unos segundos a su hermano, poniendo cara tenebrosa mientras murmuraba miles de maldiciones y tenia un aura oscura alrededor suyo mientras se quitaba con rapidez los pantalones, esperaba no sentir ninguna treta extraña de su hermano que bien lo traicionaría por las espaldas con tal de satisfacer su horrible fetiche.

-ya esta.

Dijo tranquilo, doblando los pantalones y dejándolos en una esquinita donde estarían seguros y no se le olvidarían al salir, después de todo, una dama no debe de perder su ropa en cualquier habitación, es decir, ya había perdido mucha ropa por toda la casa debido a todas las persecuciones diarias y había perdido varios de los mejores pantalones, camisas y demás vestimentas que le gustaban tanto.

-venga, hazlo rápido que me dará frió

Murmuró sombrío volteando a ver a su hermano con cara de pocos amigos, resignándose y sentándose con las piernas cruzadas en el suelo a esperar por su destino.

Un hermoso sentimiento lo invadió cuando su mente proceso aquel acto de piedad como “su buena acción” del día, cosa que obviamente no era, aun así lo hizo sonreír, sonrisa que se hizo aun mayor mientras observaba a su hermano despojarse de su ultima prenda de vestir quedando solo con ropa interior, era algo que en cierto modo gustaba de observar, aunque ya lo había visto desnudo en muchas ocasiones, no era algo realmente especial.

Se acerco a su hermano una vez este estaba listo para comenzar, junto a el dejo lo que pretendía ponerle ese día y solo se quedo con un corsé entre las manos, tenia que darle forma femenina al cuerpo de su hermano antes de intentar ponerle aquel hermoso vestido. Mas antes de siquiera intentar ponérselo solo estiro una mano, su mano desnuda, y toco el pecho de su hermano.

- Sigues sin tener busto, ¡come más! - le “exigió” su hermano algo decepcionado pues siempre tendría que rellenar el pecho del corsé con algo.