Una extraña tarde
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Una extraña tarde
Era el momento del día donde el sol se posaba justamente sobre la ciudad impregnándola de calidez, por esta razón la gran mayoría de las personas que se encontraban en ese lugar vestían ropas ligeras con telas delgadas, sin embargo una persona lograba resaltar enseguida de entre la multitud de ávidos compradores, el motivo de su notoriedad era que a pesar del calor el vestía una túnica negra y gruesa, con una capucha que le cubría la cabeza por completo así como parte de sus ojos, sin embargo en la parte de su rostro que se alcanzaba a ver no se notaba ni una sola gota de sudor, parecía que pese al clima y al atuendo el se encontraba perfectamente cómodo, sus pasos eran tranquilos así como su mirada se paseaba de un puesto a otro, como si supiera perfectamente que era lo que buscaba.
Así siguió caminando por varios minutos mas hasta que pareció llegar al puesto indicado, el encargado de dicho puesto era un señor de edad ya muy avanzada y lo que vendía en ese lugar parecían ser algunas reliquias familiares que seguramente debido a la necesidad se veía forzado a cambiar por dinero, de entre todas esas reliquias había algo que le llamaba la atención, una pequeña daga con un mango de oro y el filo parecía ser tallado en plata, tranquilamente el hombre de la túnica la tomo entre sus manos inspeccionándola cuidadosamente como si de un experto en antigüedades se tratara "seria una buena adición para mi colección" pensó y luego llevo su mano dentro de la túnica para sacar una pequeña bolsa café la cual entrego al anciano, hecho esto el misterioso hombre guardo su recién adquirida daga dentro de su túnica para seguir caminando por el lugar en busca de algo mas
Así siguió caminando por varios minutos mas hasta que pareció llegar al puesto indicado, el encargado de dicho puesto era un señor de edad ya muy avanzada y lo que vendía en ese lugar parecían ser algunas reliquias familiares que seguramente debido a la necesidad se veía forzado a cambiar por dinero, de entre todas esas reliquias había algo que le llamaba la atención, una pequeña daga con un mango de oro y el filo parecía ser tallado en plata, tranquilamente el hombre de la túnica la tomo entre sus manos inspeccionándola cuidadosamente como si de un experto en antigüedades se tratara "seria una buena adición para mi colección" pensó y luego llevo su mano dentro de la túnica para sacar una pequeña bolsa café la cual entrego al anciano, hecho esto el misterioso hombre guardo su recién adquirida daga dentro de su túnica para seguir caminando por el lugar en busca de algo mas
Reinhardt- Lie
- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 06/11/2010
Re: Una extraña tarde
Mientras en el mismo camino mucha gente se emocionaba, y hacían un pequeño bulto, el motivo de tal conmoción era un joven de 1.60 metros de altura con la apariencia delicada que parecía parecerlo como una especie de ángel, vestido con una gran capa hasta los pies que arrastraba, entre ropas blancas, el pelo agarrado en una coleta, y un bastón dorado en la mano, las personas besaban su mano desocupada y le daban sus gratitudes.
La mirada de aquel caballero era tan pesada, pero su actitud era demasiado seria, hasta fría aunque sus acciones eran tan suaves como las de un pétalo al caer al piso. Muy callado, no decía nada, y solo inclinaba la cabeza para despedirse.
Su mirada se dirigió por un momento al extraño pero después simplemente lo ignoro y siguió su camino.
La mirada de aquel caballero era tan pesada, pero su actitud era demasiado seria, hasta fría aunque sus acciones eran tan suaves como las de un pétalo al caer al piso. Muy callado, no decía nada, y solo inclinaba la cabeza para despedirse.
Su mirada se dirigió por un momento al extraño pero después simplemente lo ignoro y siguió su camino.
Cloe Le Black- Human
- Mensajes : 23
Fecha de inscripción : 06/11/2010
Re: Una extraña tarde
El hombre misterioso seguia su tranquilo momento cuando repentinamente dejo de caminar, como si alguien hubiera dicho su nombre, lentamente se dio vuelta observando una gran conmoción entre las personas que ahí se encontraban, justo en medio del gran grupo de personas se encontraba un clérigo al cual su atuendo lo revelaba como tal, sin embargo las personas se referían a el como obispo, así que no se trataba de un clérigo cualquiera, movido principalmente por la curiosidad el hombre de la túnica comenzó a caminar en dirección al obispo, solo pasaron unos poco segundos hasta que este quedo cerca del tumulto de gente, ahí se quedo clavando la parte de sus ojos que eran visibles debido a la capucha en los ojos del obispo, en ese momento una fría brisa comenzó a soplar entre el obispo y el extraño hombre haciendo que la gente se apartara dejando frente a frente al obispo y al hombre misterioso
-No es muy común encontrar a una celebridad de tal magnitud en un lugar como este, si los rumores son ciertos usted es un hombre muy ocupado, así que ansió saber el por que de su aparición en este lugar- pregunto tranquilamente el hombre aun cubierto en su túnica sin mostrarse, casi solo dejando que lo único visible en el sea la mitad de sus ojos y sus labios en los cuales se dibujaron una extraña sonrisa de lado, como si solo la mitad de su rostro sonriera mientras que la otra se mantuviera seria
-No es muy común encontrar a una celebridad de tal magnitud en un lugar como este, si los rumores son ciertos usted es un hombre muy ocupado, así que ansió saber el por que de su aparición en este lugar- pregunto tranquilamente el hombre aun cubierto en su túnica sin mostrarse, casi solo dejando que lo único visible en el sea la mitad de sus ojos y sus labios en los cuales se dibujaron una extraña sonrisa de lado, como si solo la mitad de su rostro sonriera mientras que la otra se mantuviera seria
Reinhardt- Lie
- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 06/11/2010
Re: Una extraña tarde
Al ver la accion la gente se conmociono, mientras el hombre que se encontraba viendo al extraño, lo miro fijamente se acerco a el, y aunque era mas pequeño que el, sus ojos serenos se inyectaron en los de el, dejando ver lo imponente de su pocision.
No dijo nada por el momento que estuvo frente del extraño que se atrevio a hablarle, asi que sin mas preambulos, bajo ligeramente la cabeza, cerro los ojos y continuo su camino, sin decir nada.
Siguio caminando sin decir nada a nadie, todos ya estaban acostumbrando a su falta de palabras, sabian que no se comunicaban con nadie, era casi imposible que pasara tal cosa, aunque diera misa, tener una relacion cercana era muy dificil. Pero aun asi tenia una escencia imponente a pesar de su corta estatura.
No dijo nada por el momento que estuvo frente del extraño que se atrevio a hablarle, asi que sin mas preambulos, bajo ligeramente la cabeza, cerro los ojos y continuo su camino, sin decir nada.
Siguio caminando sin decir nada a nadie, todos ya estaban acostumbrando a su falta de palabras, sabian que no se comunicaban con nadie, era casi imposible que pasara tal cosa, aunque diera misa, tener una relacion cercana era muy dificil. Pero aun asi tenia una escencia imponente a pesar de su corta estatura.
Cloe Le Black- Human
- Mensajes : 23
Fecha de inscripción : 06/11/2010
Re: Una extraña tarde
-Para ser un obispo... desconoce los modales- dijo tranquilamente aunque con un notable tono burlón en esto ultimo, acto por el cual varias de las personas presentes observar con un semblante de molestia al extraño hombre el cual tranquilamente llevo su mano a la capucha de la túnica bajándola hacia atrás dejando al descubierto por completo su rostro y acto seguido lentamente se giro para observar al obispo seguir su camino "no importa el titulo que tengan, los humanos son una raza tan inferior que carecen de modales, por eso son difíciles de domesticar" pensó el extraño hombre mientras seguía observando como el obispo seguía su camino y los demás hombres se acercaban a venerando al obispo casi como si de un dios se tratara, el hombre de la tunica no entendía por que alguien se arrastraría de ese modo por una persona a la cual ni siquiera parece importarles ellos "humanos tontos"
Reinhardt- Lie
- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 06/11/2010
Re: Una extraña tarde
Una pequeña criatura aparecio, tenia un ojo cerrado en su totalidad por algun golpe que alguien pudo darle, sin embargo el obispo de ahi, se acerco a la pequeña, acaricio su rostro amorotonado, y la recogio entre sus brazos para llevarsela. Entre el mercado recogio pequeñas porciones de planas medicinales y comenzo rapidamente a retorcerlas entre sus dedos, para despues colocarla en el ojo amorotonado de la joven que poco a poco empezo a abrir el ojo.
Dio media vuelva y regreso a su camino, paso aun lado del extraño le volvio a dirigir la mirada como si se tratara de un ser diferente a los que habia visto, su mirada lo decia todo, no lo queria en su ciudad ylo miraba tan ferozmente como si se lo quisiera comer. Hacerlo desaparecer, sin embargo no dijo una sola palabra, sin mas camino directamente a la catedral.
Dio media vuelva y regreso a su camino, paso aun lado del extraño le volvio a dirigir la mirada como si se tratara de un ser diferente a los que habia visto, su mirada lo decia todo, no lo queria en su ciudad ylo miraba tan ferozmente como si se lo quisiera comer. Hacerlo desaparecer, sin embargo no dijo una sola palabra, sin mas camino directamente a la catedral.
Cloe Le Black- Human
- Mensajes : 23
Fecha de inscripción : 06/11/2010
Re: Una extraña tarde
El misterioso hombre de la túnica se quedo simplemente de pie observando todo lo que pasaba a su alrededor, como inspeccionando todos y estudiándolo detenidamente, su mirada parecía ser capaz de captar cada ligero movimiento que pasaba a su alrededor, en especial los movimientos del obispo, el cual al terminar la singular curación volvió a cruzarse con el extraño hombre, ambas miradas se clavaron la una en la otra, en los ojos del obispo se podía ver coraje e incluso odio, mientras que en los los ojos del extraño solo revelaban tranquilidad y aquella extraña sonrisa volvió a aparecer en su rostro mientras observaba como el obispo desaparecía de ese lugar, así que tranquilamente el extraño hombre decidió hacer lo propio siguiendo su propio camino por esa larga calle
"-Parece que nos hemos hecho de un interesante amigo-" -y ya sabes lo que dicen, a un amigo se le debe visitar- la misteriosa sonrisa en su rostro volvió a aparecer mientras este se perdía entre la multitud
"-Parece que nos hemos hecho de un interesante amigo-" -y ya sabes lo que dicen, a un amigo se le debe visitar- la misteriosa sonrisa en su rostro volvió a aparecer mientras este se perdía entre la multitud
Reinhardt- Lie
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Fecha de inscripción : 06/11/2010
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