Una tarde tranquila
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Una tarde tranquila
Era lunes, todo tranquilo, lo extraño era que se encontraba sin nada importante que hacer un lunes. Se encontraba en su oficina, un salón amplio y redondo dominado por un glorioso candelabro que colgaba del techo en el centro del lugar, cuyas paredes estaban tapizadas de arriba a abajo con una biblioteca de madera de roble y cuya exquisita colección de libros no la ostentaba ni la mismísima biblioteca municipal. Ése era su ambiente, el olor de la madera, su globo terráqueo al lado de su escritorio perfectamente organizado lleno siempre de papeles y formularios, de órdenes y leyes aprobadas y por aprobar.
Allí, reclinada en su mullido sillón de terciopelo negro miraba por la vidriera hacia fuera, pensando, acompañada por una taza grande de café la cual sostenía con los dedos de ambas manos. No estaban seguros, su ciudad estaba llena de plagas.
Allí, reclinada en su mullido sillón de terciopelo negro miraba por la vidriera hacia fuera, pensando, acompañada por una taza grande de café la cual sostenía con los dedos de ambas manos. No estaban seguros, su ciudad estaba llena de plagas.
Moon Lambsdorff- Human
- Mensajes : 8
Fecha de inscripción : 27/08/2010
Edad : 35
Re: Una tarde tranquila
De pie al otro lado de la pesada puerta de madera del despacho de la alcaldesa, Koumori consultó su reloj de bolsillo; se jactaba de su puntualidad y le gustaba aplicarla en todo momento, por lo que aguardó con paciencia a que el segundero alcanzara el punto más alto de su recorrido antes de accionar sigilosamente el picaporte y abrir la puerta sin que emitiese un solo chirrido. Se deslizó en completo silencio al interior del despacho, con una traviesa sonrisa infantil en los labios, pisando cuidadosamente en los puntos adecuados del suelo para que ningún sonido le delatase, y procurando mantenerse en todo momento en el ángulo correcto para que el reflejo de su figura en el cristal de la ventana advirtiese de su presencia a Moon.
Tan solo cuando se encontró a la altura de su objetivo se situó justo detrás de la alcaldesa, apareciendo como una sombra amenazante en el reflejo de la ventana, cerniéndose sobre ella.
"Buenos días, excelencia." la saludó, sin abandonar su sonrisa.
Tan solo cuando se encontró a la altura de su objetivo se situó justo detrás de la alcaldesa, apareciendo como una sombra amenazante en el reflejo de la ventana, cerniéndose sobre ella.
"Buenos días, excelencia." la saludó, sin abandonar su sonrisa.
Koumori- Human
- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Una tarde tranquila
Por su lado Moon no estaba consciente del tiempo, el único tic tac de su cabeza era el saber que a cada tic tac del reloj del salón allá debajo de la ciudad podrían estar planeando el próximo movimiento de los peones. Bebió solo un poco del café y su visión se enfocó en la sombra repentina de la vidriera, muy cerca de ella, su corazón no habia comenzado a latir con fuerzas cuando, puñal en mano, esperaba que estuviera lo suficientemente cerca de su alcance. De pronto una voz familiar le habló. Del sobresalto casi se echa encima café caliente y todo. Parpadeó un par de veces clavando su mirada rojiza en aquellos mechones de cabello que escondían debajo de ellos los ojos de su fustigador.
-Ah... ¡Koumori!-
Cerró sus ojos y ocultó de nuevo el arma en el cajoncillo aún abierto de su escritorio para poder llevar su mano libre al pecho tratando de acallar los desenfrenados latidos de su corazón. Le dedicó una mirada de reproche no se supo si real o ficticio a su asistente risón, tan bromista como tétrico.
-¿No te he dicho antes que evites procurarme éstos espantos? un día terminaré cercenándote por error, acabaré con un gran desasosiego a partir de ese momento y adiós a mi mediocre bien dormir-
Colocó su café sobre el posavasos del escritorio perfectamente ubicado al lado de su atiborrada agenda. Si, su asistente era tétrico y no perdía oportunidad de asustar a quienes tuviera alrededor haciendo gala de su aspecto, pero muy a pesar de aquello era un excelente asistente. Suspiró suavemente.
-Por otro lado, buenos días querido Koumori, ¿tienes alguna novedad para mi hoy?-
Le miró de nuevo reclinándose en su sillón y entrelazando los dedos de una mano con los de la otra y dedicándole una sonrisa amable.
-Ah... ¡Koumori!-
Cerró sus ojos y ocultó de nuevo el arma en el cajoncillo aún abierto de su escritorio para poder llevar su mano libre al pecho tratando de acallar los desenfrenados latidos de su corazón. Le dedicó una mirada de reproche no se supo si real o ficticio a su asistente risón, tan bromista como tétrico.
-¿No te he dicho antes que evites procurarme éstos espantos? un día terminaré cercenándote por error, acabaré con un gran desasosiego a partir de ese momento y adiós a mi mediocre bien dormir-
Colocó su café sobre el posavasos del escritorio perfectamente ubicado al lado de su atiborrada agenda. Si, su asistente era tétrico y no perdía oportunidad de asustar a quienes tuviera alrededor haciendo gala de su aspecto, pero muy a pesar de aquello era un excelente asistente. Suspiró suavemente.
-Por otro lado, buenos días querido Koumori, ¿tienes alguna novedad para mi hoy?-
Le miró de nuevo reclinándose en su sillón y entrelazando los dedos de una mano con los de la otra y dedicándole una sonrisa amable.
Moon Lambsdorff- Human
- Mensajes : 8
Fecha de inscripción : 27/08/2010
Edad : 35
Re: Una tarde tranquila
Koumori inclinó la cabeza en un gesto de disculpa, si bien la sonrisa no abandonó su rostro por completo. La verdad era que en el fondo no se sentía por completo arrepentido por la broma gastada, e imaginaba que la alcaldesa lo sabía a su vez; era una conversación que ya habían tenido otras veces, pero ante la que no se mostraba muy disuesto a obedecer, ya que formaba parte de su naturaleza. Y en cuanto a la amenaza de acabar con una cuchillada en el estómago, bueno, merecía la pena el riesgo por ver el rostro de Moon cada vez que se salía con la suya.
Ante la pregunta de la alcaldesa alzó la mirada y también dejó que sus ojos vagaran por unos instantes por el paisaje que se disfrutaba desde el ventanal, como si buscase en la ciudad que le habían encomendado proteger la inspiración necesaria para presentar su informe.
"Por desgracia no, excelencia." respondió, desacostumbradamente serio "O por lo menos ninguna buena. A pesar de todos nuestros esfuerzos por mantener las zonas de paso bajo control, no hemos conseguido detener por completo los secuestros..." Vaciló unos instantes y siguió hablando "Cosneguimos mantenerlos en niveles que no produzcan una alarma excesiva, pero es difícil ocultarlo todo..."
Ante la pregunta de la alcaldesa alzó la mirada y también dejó que sus ojos vagaran por unos instantes por el paisaje que se disfrutaba desde el ventanal, como si buscase en la ciudad que le habían encomendado proteger la inspiración necesaria para presentar su informe.
"Por desgracia no, excelencia." respondió, desacostumbradamente serio "O por lo menos ninguna buena. A pesar de todos nuestros esfuerzos por mantener las zonas de paso bajo control, no hemos conseguido detener por completo los secuestros..." Vaciló unos instantes y siguió hablando "Cosneguimos mantenerlos en niveles que no produzcan una alarma excesiva, pero es difícil ocultarlo todo..."
Koumori- Human
- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 02/11/2010
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