Entregas
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Entregas
Como la costumbre marcaba, los gemelos, Alfa y Beta, marchaban por los obscuros caminos de la ciudad, aferrados de sus manos, con los dedos entrelazados, mostrándole el uno al otro una gran y alegre sonrisa, delatando su estado de ánimo actual. Rebosantes de “alegría” buscaban la salida de la fría y obscura ciudad subterránea, puesto que tenían un gran trabajo que desempeñar designado por el creador mismo.
La tarea era simple, entregar el mensaje a todos sus hermanos, sencilla, y sin complicaciones, mas el simple echo de tener que ver a sus hermanos era algo que les molestaba de sobremanera, entonces… ¿Por qué estaban felices? Simple, igual que su trabajo, estarían tan cerca de la superficie, que tal vez, con algo de suerte, verían la luz, la luz del astro rey: el sol.
Tal vez... y solo tal vez… podrían ver el cielo.
Tan alegres estaban que aceleraron sus pasos, hasta entrar directamente a los pasajes que conectaban su ciudad con la de los hombres, no podía esperar...
Sus pasos resonaron a lo largo de estos obscuros caminos, mientras ellos felices corrían buscando a sus hermanos y hermanas que habitaban la superficie por X o Y razón
- Aprisa, Aprisa – Decía alfa corriendo agarrado de la mano de beta – Aprisa, Aprisa – Contestaba Beta nada mas alfa terminaba – Tan cerca… El exterior se acerca – Dijeron ambos al unísono sin detener sus pasos.
Tarde o temprano encontrarían a alguien, puesto que cuando padre quería hablar con sus lies, ellos lo sentían y muy difícilmente ignoraban su llamado, aunque algunos de sus hermanos eran muy desobedientes…
La tarea era simple, entregar el mensaje a todos sus hermanos, sencilla, y sin complicaciones, mas el simple echo de tener que ver a sus hermanos era algo que les molestaba de sobremanera, entonces… ¿Por qué estaban felices? Simple, igual que su trabajo, estarían tan cerca de la superficie, que tal vez, con algo de suerte, verían la luz, la luz del astro rey: el sol.
Tal vez... y solo tal vez… podrían ver el cielo.
Tan alegres estaban que aceleraron sus pasos, hasta entrar directamente a los pasajes que conectaban su ciudad con la de los hombres, no podía esperar...
Sus pasos resonaron a lo largo de estos obscuros caminos, mientras ellos felices corrían buscando a sus hermanos y hermanas que habitaban la superficie por X o Y razón
- Aprisa, Aprisa – Decía alfa corriendo agarrado de la mano de beta – Aprisa, Aprisa – Contestaba Beta nada mas alfa terminaba – Tan cerca… El exterior se acerca – Dijeron ambos al unísono sin detener sus pasos.
Tarde o temprano encontrarían a alguien, puesto que cuando padre quería hablar con sus lies, ellos lo sentían y muy difícilmente ignoraban su llamado, aunque algunos de sus hermanos eran muy desobedientes…
Alfa & Beta- Lie
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Fecha de inscripción : 30/12/2010
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