Una visita esperada

La tarde había transcurrido con naturalidad así que la noche no tardo en caer, era ya cerca de la media noche y muy pocas personas se observaban por las calles, sin embargo se podía observar a una imponente figura acercándose a la catedral, figura la cual quedo al descubierta al posarse frente a la gran puerta de dicha iglesia, se trataba de un extraño hombre vistiendo una gabardina negra que lo cubría de pies a cabeza, en ese momento estaba estrictamente prohibido entrar a la catedral a esas horas, motivo por el cual la gran puerta se encontraba cerrada, no obstante en ese preciso momento un fuerte viento comenzó a soplar hacia la puerta el cual se hizo cada vez mas fuerte hasta que ocasiono que esta se abriera por completo, entonces el misterioso hombre de la túnica se adentro a la catedral y una ves dentro el mismo viento que abrió la puerta también la cerro detrás de el.

El misterioso hombre siguió su camino adentrándose a la catedral, notando enseguida como algo muy raro estaba pasando en ese lugar, las gárgolas que se encontraban en las paredes de dicha construcción parecían moverse, al inicio solo las cabezas de algunas de ellas se giraban observando al extraño hombre, solo fue cuestión de tiempo para que varias de las gárgolas se lanzaran hacia el hombre tratando de embestirlo con fuerza, el hombre de la túnica esquivaba cada una de las embestidas, moviéndose a los lados con tanta clase, velocidad y gracia que parecía estaba flotando, era como si el viento lo moviera de un lado a otro evitando que las gárgolas dieran en el blanco "-deja de jugar con esas feas estatuas y destrozarlas de una vez antes de que alguna nos llegue a golpear-"

-Tranquilo Raynard esto no es tan aburrido como se ve, ademas es un buen entrenamiento- dijo en voz baja respondiendo a su alter ego para luego usando la palma de sus manos crear una corriente fuerte de viente paralizando momentáneamente a las gárgolas y luego haciendo que se impactaran unas con las otras, el impacto causa que se queden inmóviles en el piso pero sin llegar a romperse "fue divertido mientras duro" dijo para si mismo mientras se quedaba tranquilo en ese sitio

Reinhardt observo a una chica aparecer, al inicio no le llamo la atención, no fue hasta que noto el bastón dorado que tenia, enseguida lo reconoció como el mismo bastón que llevaba el obispo hacia apenas unas cuantas horas cuando se vieron por primera vez, este hecho lo hizo ir detrás de la chica, sin embargo caminando lentamente hasta adentrarse dentro de la catedral -no des un paso mas... ustedes parece no conocen los modales, el obispo de este lugar me ignoro ya una vez, no voy a permitir que la chica que vive con el también lo haga- dijo serio y en un tono autoritario también, casi como si diera una orden, entonces en un movimiento rápido de sus piernas logro colocarse enfrente de la chica casi en un solo segundo a pesar de que algunos metros había de distancia entre ellos

-Necesito ver al obispo, tu tienes su bastón así que debes de saber donde se encuentra el, así que se amable y llévame con el- nuevamente su tono fue serio y autoritario observando fijamente a la chica, pero esta vez se abrió su gabardina frente a ella mostrando un elegante traje negro que llevaba debajo de esta, así mismo dentro de la gabardina llevaba un pequeño bastón negro el cual tomo sacándolo de ahí y alargandolo de forma tal que con al colocarlo horizontalmente detrás de el impidió el paso -esta vez no permitire que me dejen hablando solo, asi que contestame, ¿me llevaras con el obispo?-

"-Reinhardt es la segunda vez que pasan sobre de ti como un idiota, mejor vete a descansar y deja que yo me ocupe de ella-" -en esta ocasión tienes razón Raynard, a ti te ira mejor tratando con ella... haz lo que tengas que hacer- terminando de decir dichas palabras una marza negra apareció en el rostro del hombre, una marca que pasaba por su ojo izquierdo y un par de alas negras crecieron de su espalda las cuales se abrieron majestuosamente y en tan solo un segundo apareció frente a la puerta donde sentía la presencia de alguien, de la única persona que se encontraba en ese lugar, así que lógicamente pensó era la chica, entonces coloco la palma de su mano en la puerta y un segundo después esta se arranco del marco incrustándose en la pared dentro de la habitación haciéndose pedazos

-Toc toc- dijo en un tono relajado con una sonrisa en su rostro mientras entraba a la habitación, sin embargo se sorprendió al no ver a la chica dentro y en su lugar estar el obispo, sin embargo el a diferencia de Reinhardt no era alguien a quien le importaran mucho los detalles así que camino acercándose al obispo -vine a este lugar por que tenia una cita con una pequeña dama pero parece que escapo, con lo que detesto me dejen plantado- dijo en tono de broma manteniendo esa sonrisa, no había duda de que el era opuesto a Reinhardt, así que tranquilamente tomo el bastón y lo coloco en el mentón del obispo -así que piensas somos muy poca cosa como para hablarnos verdad, pues yo no soy tan diplomático como mi amigo-

Dichas estas palabras bajo un poco el bastón y con el golpeo el cuello del obispo junto debajo del mentón, en ese momento observo la caja de música que estaba ahí, entonces sujetando el bastón se dispuso a destruirla "-detente Raynard, esa caja parece ser muy antigua así que no la destruyas, yo la quiero para mi colección-" -como sea...- Raynard tomo la caja en su mano observando al obispo -bueno obispo de los idiotas, me llevare esta caja de música en pago del mal rato que nos hiciste pasar en la tarde... ¿tienes alguna objeción? cierto, olvidaba que ademas de inútil eres mudo jajajaja- la risa malefica de Raynard lleno por completo la catedral

Raynard se encontraba distraído riendo, sintiendo que simplemente ya había derrotado por completo al obispo, sin embargo el confiarse demasiado siempre había sido su talón de aquiles y en esta ocasión no seria la excepción, el obispo lanzo el ataque golpeando con fuerza el pecho de Raynard dando completamente en el blanco ya que este no se lo esperaba así que le fue imposible cubrirse, sin darle tiempo de reaccionar recibió otro golpe con fuerza en la cabeza mandándolo a impactarse contra una de las paredes, esto lo dejo demasiado aturdido, tanto así que cuando lentamente se puso de pie, el obispo ya no se encontraba en la habitación, así que rápidamente Raynard salio también de la habitación en busca del obispo, no le tomo mucho tiempo sentir su presencia la cual comenzó a seguir cual depredador que siente el aroma de su presa.

Raynard comenzó a correr por los pasillos, no paso mas de un minuto cuando ya había alcanzado a ver corriendo al obispo, entonces rápidamente haciendo uso de su agilidad sobrenatural comenzó a correr primero sobre una de las paredes y luego sobre el mismo techo, dando así no solo alcance al obispo si no que pasándolo para luego caer justo frente a el haciendo que ambos chocaran, sin embargo Raynard no se movió ni un centímetro a pesar del fuerte choque entre ambos -nunca pensé que alguien incapaz de hablar fuera capaz de golpear tan fuerte, tenia pensado irme de aquí solo con tu caja musical, pero ya que me golpeaste lo justo seria regresarte la cortesía... pero esta vez enserió- Raynard mostró una sonrisa maléfica mientras comenzó a desatornillar el mango de su bastón, mostrando así que dentro de el se encontraba una gran espada

-¿Sorprendido, acaso esperabas que solo usara un simple bastón como tu?... ahí demasiada diferencia entre tu y yo- nuevamente la sonrisa maléfica apareció en el rostro de Raynard y comenzó a atacar al obispo usando su espada, chocando en varias ocasiones esta con el bastón de el, sin embargo usando su agilidad intenta rápidamente un corte a la altura del pecho horizontalmente

La balanza se estaba inclinando a favor de Raynard quien pensó ya lo acabaría con una estocada, sin embargo el obispo alcanzo a esquivar la espada pero en ese momento paso algo que desconcertó por completo a no solo a Raynard si no también a Reinhardt quien presenciaba todo, el corte que hizo la espada dejo al descubierto la identidad del obispo, el era ella... así que en ese momento la sonrisa maléfica de Raynard se hizo mas grande -vaya, pero que sorpresa, eso explica por que a pesar de haber visto a una chica solo sentí una sola presencia, tu eres esa chica... ¿no te parece realmente interesante esto Reinhardt? las dos personas que te humillaron son una misma jajajaja- dijo esto ultimo hacia su contra parte, pero sin embargo no recibió respuesta alguna de el

-Aunque eso no importa, ya que acabas de demostrarme tu punto débil, me parece que eres muy tímida así que eso sera lo que te lleve a la tumba- terminado de decir estas palabras se dispuso nuevamente a atacarla, pero esta vez se tomaba el tiempo para jugar con ella tratando no de lastimarla por el momento, si no de cortar su ropa, por lo tanto los cortes iban hacia sus piernas, sus muslos, sus pechos, sus hombros y todas partes donde pudiera causarle timidez a la chica mostrar hasta que sus ropas quedaron llenas de tantos cortes que le era imposible cubrirse todo, Raynard simplemente sonrío victorioso al verla indefensa, tomo el bastón de la chica y lo arrojo con fuerza detrás de el, acerco su espada al cuello de la chica dispuesto a perforarselo

"-Detente Raynard... ya hiciste suficiente ahora deja que yo me encargue-" -¿que me detenga, perdiste la cabeza? estoy apunto ya de terminarla, ella te humillo dos veces y aun así quieres salvarla... no te entiendo- "-me ofendió a mi, no a ti... asi que yo soy quien debe decidir como castigarle, ya te divertiste lo suficiente así que es tiempo de que yo me ocupe del resto-" en ese momento la marca del ojos izquierdo comenzó lentamente a desaparecer y las grandes alas negras se metieron de nuevo en su cuerpo, Reinhardt volvió ahora a tener el control así que dejo su espada a un lado para inclinarse frente a la chica sujetándola del brazo -no intentes huir o me quedare con tu brazo, estoy dispuesto a perdonarte la vida... pero quiero saber por que ocultas tu verdadera apariencia ante los demás- dijo seriamente pero en un tono tranquilo observándola directamente a los ojos

-Después de todo si eres muda- dijo serio para luego llevar su otra mano detrás de la cabeza de la chica tomando entre sus dedos un cordón que mantenía atado el cabello de esta el cual enseguida corto dejando que la larga cabellera de la chica se soltara por completo -conmigo ya no ahí necesidad de fingir- su tono fue mas tranquilo mientras lentamente su rostro lo acerco a un costado del rostro de ella como aspirando el suave aroma que esta despedía para segundos después bajar su rostro haciendo que sus labios se frotaran en los hombros ya descubiertos de la chica como si de una muy suave caricia se tratara, la cual cambio un poco al acariciar esa parte de su cuerpo ahora con la punta de la lengua, sintiendo el único sabor de la suave piel de esa chica para después llevar sus labios a la oreja de ella

-No estoy seguro del por que, pero ahí algo en ti que me atrae bastante... es algo que antes no me había pasado, no puedo explicarlo pero... lo que si puedo decirte es que vivirás pero... seras mía- le susurro suavemente en el oído mostrándose no solo muy confiado de sus palabras si no que también muy seguro de que lo dicho se haría realidad, así que con su mano libre sujeto con firmeza el mentón de la chica para impedir que esta pudiera mover su cabeza y entonces la beso en los labios, haciendo que se frotaran intensamente, los fríos labios de Reinhardt contrastaban con los cálidos labios de la chica, pero Reinhardt no se conformo con eso así que a la fuerza introdujo su lengua dentro de su boca haciendo que esta se entrelazara y frotara con la suya mostrando por primera vez una pasion desconocida para el

El empuje y la cachetada causaron que Reinhardt dejara libre el brazo de la chica quien rápidamente corrio alejándose de el, por su parte Reinhardt solo se puso de pie lentamente y con tranquilidad comenzó a caminar detrás de la chica, el sabia perfectamente a donde iría así como también sabia que seria imposible ella escapara, por lo tanto no era necesario apresurarse, toda la situación estaba en sus manos por lo tanto se podía dar el lujo de no apresurarse, así fue como en un minuto aproximadamente el quedo frente a la habitación donde sabia ella se encontraba y con toda tranquilidad entro observándola ya con una bata cubriendo su cuerpo así como con intenciones de huir, entonces basto una mirada de Reinhardt para hacer que las ventanas se cerraran enseguida y un gran mueble fuera levitado por el viento colocándose en la puerta impidiendo la salida

-No estas en posición de escapar, que te quede claro, no se puede huir de alguien que controla todo lo que esta a tu alrededor ni de alguien que te quiere tener a ti- dijo tranquilamente para luego con un movimiento rápido quedar justo enfrente de ella tomándola de las muñecas con firmeza obligandola a colocar sus manos a los costados de su cuerpo, dejándola indefensa ante el, lo cual aprovecho para llevar sus labios al cuello de la chica comenzando a besárselo haciendo que sus fríos labios acariciaran la suave y cálida piel de la chica, lentamente luego de algunos segundos alejo sus labios del cuello para sosteniéndola con firmeza obligarla a recorrerse hacia la pared, quedando su espalda contra ella acorralándola así por completo, entonces llevo sus labios al oído de ella

-Estas completamente en mis manos, todo lo que suceda en este momento sera por que yo así lo permito, puedes intentar todo lo que cruce por tu cabeza pero sera en vano- terminando de decir estas palabras Reinhardt paso a pegar mas su cuerpo al de la chica haciendo que los pechos de esta se presionaran ligeramente con el cuerpo de el mientras que una de sus manos la llevaba a las piernas de la chica comenzando a acariciarla suavemente

Cuando finalmente la chica hablo o mejor dicho grito... Reinhardt alejo su mano de la pierna de la chica para asi con ambas manos sujetarla de las muñecas, con firmeza pero sin tanta fuerza para no lastimarla, su mirada seria se clavo en los ojos llorosos de la chica guardando silencio por algunos segundos para después decir algo -finalmente hablaste y tu voz es justa como me la imagine, una voz suave, dulce y pura- dijo seriamente pero sin soltarla, acercando su rostro lentamente al suyo para depositarle un pequeño beso en su mejilla y susurrarle al oído -puedes estar tranquila por ahora, yo a diferencia de los humanos no cedo ante mis bajos instintos, pero algo que no soporto es que se me falte al respeto dejándome hablando solo, confió en que aprenderás la lección... mi pequeña-

Las ultimas dos palabras las dijo en un tono mas suave de lo normal para luego soltarla con cuidado pero manteniendo bloqueada aun la salida de la habitación y las puertas cerradas, dio un paso hacia atrás observándola -podremos comenzar de nuevo, mi nombre es Reinhardt- se presento tranquilamente pero sin apartar su mirada de los ojos de la chica -lo correcto es que ahora tu me digas el nombre, recuerda lo que te comente acerca del respeto, así que si quieres que yo te respete comienza por respetarme tu primero- dichas estas palabras simplemente guardo silencio esperando conocer el nombre de la chica

-Cloe... interesante nombre, no es uno que se escuche con frecuencia en especial por estos lugares, asi que debo asumir tu no eres de aquí- dijo en un tono serio pero a la vez tranquilo para después acercarse nuevamente a la chica, en esta ocasión colocando su mano en el rostro de ella limpiándole las lagrimas suavemente con el dorso de su mano -puedo sentir tu tristeza, a pesar de la situación no lloras por miedo, simplemente te sientes sola, tu misma te encargaste de crear una prisión en tu propio cuerpo al tener que actuar como el obispo, incapaz de crear algún lazo con otra persona, sabiendo que la mayoría te trata bien solo por ser el obispo... pero debes de sentir un pequeño alivio ahora que al menos yo, se quien eres en verdad y debo decir que me resulta mas interesante Cloe que el obispo-

Tomándola suavemente de la mano la ayudo a ponerse de pie para así encaminarla hacia la cama donde hizo que se sentara y Reinhardt hizo lo propio sentándose a su lado -aparentar ser fuerte es algo muy desgastante, por eso tarde o temprano terminas rompiéndote, dándote cuenta de que no eres tan fuerte como aparentabas, pero ya puedes descansar, al menos conmigo- su tono de voz fue bastante suave y tranquilizador para luego lentamente acercar sus labios a la mejilla de la chica depositandole un pequeño beso en ella, como si de una suave caricia con sus labios se tratara

Fue solo cuestion de segundos para que la chica quedara profundamente dormida como si estuviera completamente agotada, Reinhardt unicamente la observo en silencio clavando su mirada en el rostro de ella; como si intentara recordar algo, de alguna forma ese rostro se le hacia vagamente familiar como si la hubiera visto pero hace mucho tiempo y el no era el unico que se sentia de esa forma "-Te sucede lo mismo verdad Reinhardt, ese rostro me parece familiar pero no logro recordar exactamente donde lo vi... en fin eso no importa ahora, mejor aprovecha que esta dormida y castigala de una buena vez, fuiste muy patetico hace poco por la forma en que actuaste con ella, eres un...-" -silencio Raynard, este ya es asunto unicamente mio- dijo serio diriguiendose a su contraparte pero en un tono de voz relativamente bajo, como intentando no perturbar el sueño de la chica quien lucia tan llena de paz y tranquilidad dormida en la cama.

Reinhardt se acerco un poco a ella posando lentamente sus labios en la pequeña y delicada boca de la pequeña chica dandole un pequeño pero suave beso mientras con su mano izquierda la posaba sobre la mejilla de la chica dandole una pequeña caricia -parece que estas demasiado agotada mi pequeña, pero es normal luego de todo lo que pasaste- dijo en un susurro mientras la chica seguia dormida y Reinhardt se acomodaba mejor a su lado sentandose a su derecha con su mirada fijamente clavada en la chica

Al dia siguiente la joven desperto, entre sus ropas blancas, con la sabana sobre su cuerpo semi desnudo, intento levartarse un poco, al hacerlo dejo ver sus delicados pechos a travez de la avertura de que juguetones se abria para las mirdadas indiscretas. Sus piernas relucian al deslizarse entre sus piernas las suaves telas, se tallo su ojo izquierdo estaba recien despierta, por un momento no recordaba nada, estaba muy confundida, pero era la primera vez que durmio en paz.

Miro por la ventana observando la maravillosa vista de un pueblo ya levantado haciendo sus tareas matutinas.

Las horas de la noche pasaban y Reinhardt solamente se encontraba recargado en un rincón de la habitación en silencio y con los brazos cruzados, el nunca había necesitado dormir ademas de que poseía una gran paciencia por lo que estar de esa forma no fue problema para el, asi pues pasaron un poco mas de tiempo hasta que lentamente la joven Cloe se fue levantando de su cama, atentamente Reinhardt observo cada pequeño movimiento que la chica hacia, observando tambien detalladamente el cuerpo de esta quien parecia no darse cuenta de la presencia del Lie, mientras la joven Cloe se acercaba a la ventana observando hacia afuera; Reinhardt se acerco lentamente detras de esta colocando sus manos en las caderas y su rostro a un lado de su cabeza dandole un suave beso en su hombro descubierto tomandola con mas firmeza -finalmente despiertas mi pequeña... se bien lo que estas pensando, pero no puedes salir de esta habitacion vestida de esa forma o tu gran secreto se revelara, tampoco puedes pelear contra mi, no tienes a donde huir- dijo en un tono tranquilo pero muy seguro de sus palabras para luego lentamente bajar sus manos de la cintura de la chica hasta los muslos de esta

-Nunca antes me habia sentido tentado por alguien de esta forma, no se que tienes de especial pero lo descubrire... nuevamente se lo que piensas, puedo leerte como un libro, intentaras empujarme y alejarme de ti, eso funcionara por el momento, pero cuantos segundos crees que me tome el atraparte de nuevo, seguramente no seran mas de dos- su tono seguia igual de tranquilo mientras sus labios se posaban en el cuello de la inocente chica besandoselo con suavidad a la vez que la tenia bien sostenida de sus muslos pegando su cuerpo al de el

El gran punto debil de Reinhardt esataba saliendo por completo a la luz, su excesiva confianza, asi que fue tomado por sorpresa cuando la chica lanzo ese encantamiento sobre el, su cuerpo salio disparado fuera de la catedral pero Reinhardt en el aire pudo coordinar sus movimientos haciendo que este cayerda de pie, enseguida se llevo su mano al pecho el cual le ardia donde habia colocado la chica el encantamiento, parecia que lo habia quemado aunque era una herida superficial, sin embargo la herida que habia en su orgullo era muy grande "-¿Te das cuenta Reinhardt? eso sucede cuando no me haces caso, nunca debes confiarte de una humano, son rastreros y traicioneros, se sienten superiores a todas las razas es por eso que debemos acabarlos-" -Silencio Raynard, yo se bien lo que hago no te atrevas a hablarme como si fuera un niño... esto no se quedara asi- Reinhardt parecia listo para descargar toda su frustracion contra la vieja catedral pero justo en ese momento un llamado lo hizo desistir de esa idea, era Padre llamandolo a el y a todos los demas Lies, Reinhardt sabia que no podia ignorar un llamado de Padre asi que tuvo que tragarse de momento su frustracion y se marcho de ese lugar llendo hacia donde Padre se encontraba